Descubre la hermosa playa chilena, de aguas azul intenso y rodeada de exuberante selva, accesible únicamente a pie

Descubre esta hermosa bahía a través de un camino selvático en la selva valdiviana. Un lugar único en Chile que vale la pena explorar

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Las extensas costas de Chile invitan a disfrutar del contacto con la naturaleza, del descanso en la arena y el movimiento de las olas. Existen playas agrestes a las que el hombre prácticamente no ha intervenido, ideales para unas vacaciones en paz.

En medio del Parque Nacional Chiloé se encuentra una de las playas más hermosas del Sur de Chile. Sus aguas de azul intenso parecen irreales y bañan una bahía rodeada de una frondosa selva, dando lugar a uno de los paisajes más hermosos de este país.

Para llegar a estas playas se debe seguir una ruta de trekking de mediana intensidad de 15 kilómetros en medio del parque. Allí, uno se encuentra con acantilados junto al mar y un bosque nativo que es inolvidable. Su nombre es playa de Cole Cole y es dueña de una belleza natural incomparable.

Muchos deciden quedarse una noche a acampar en medio de la naturaleza para regresar al día siguiente, después de disfrutar toda la jornada de playa.

Para poder acceder a esta playa se debe llegar a Castro y tomar un autobús hacia Cucao. Desde esta zona comienza la caminata hacia la playa. Antes hay que registrarse en la administración del Parque Nacional Chiloé.

Lo primero es cruzar una pequeña laguna y se llega a una playa tan larga y ancha. Las instrucciones indican que hay que caminar hacia el norte bordeando el río y los cerros hasta ver un caserío sobre un monte. Esta sería la comunidad de Huentemó, según el sitio gochile.cl.

Una vez que se ha avistado el poblado, hay que dirigirse hacia los cerros en busca de un puente. La caminata continúa cruzándolo y rodeando el cerro hasta llegar a una caseta donde hay que registrarse. El sendero demarcado parte aquí, dos horas después de haber caminado con incertidumbre por la playa más amplia y salvaje de la isla.

“Desde este punto todo es certero y el paisaje cambia drásticamente, de caminar en una playa abierta enmarcada por un lado por el mar y por el otro por los montes verdes, pasamos a un estrecho camino de tierra negra y compacta rodeado de árboles siempre verdes, arbustos y plantas trepadoras”, comentan en gochile.cl.

Después de aproximadamente 50 minutos, se llega a un acantilado desde donde se puede contemplar la famosa playa de Cole Cole. Una hermosa bahía rodeada de selva valdiviana con coihues, alerces, tepas, quilas, arrayanes y cipreses de las Guaitecas.