El apacible pueblo situado al norte de España que te cautivará debido a su encanto sin igual

Descubre la fascinante transformación de una histórica villa en el norte de la península ibérica

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España se destaca como uno de los países más hermosos del mundo, no solo por sus playas paradisíacas y su cultura vibrante, sino también por la magia y encanto que se encuentran en su espacio rural. Más allá de los destinos turísticos comunes, el país alberga joyas ocultas que esperan ser descubiertas, ofreciendo una visión auténtica y arraigada en la tradición y la naturaleza. Una de ellas es Taramundi, un pueblo ubicado en la región de Oscos-Eo en Asturias, que no solo refleja la perfecta combinación entre la tradición y la modernidad, sino que también es un pionero del turismo rural en España.

La historia de Taramundi en cuanto al turismo rural tiene sus orígenes en el año 1984, cuando se seleccionó esta localidad como el primer proyecto de turismo rural en el país, motivado por la necesidad de revitalizar la economía local y detener la emigración de los jóvenes.

Este innovador esfuerzo culminó con la apertura de La Rectoral en 1986, siendo el primer hotel rural de España. Esto marcó un punto de inflexión en la evolución del municipio y estableció las bases del turismo rural en el país.

En el corazón de Taramundi se encuentra una fuerte conexión con la naturaleza y un gran respeto por las actividades artesanales, destacando en particular la forja y la cuchillería, que datan de la Edad Media y han sido preservadas gracias a la gran cantidad de hierro en la zona.

El pueblo cuenta con varios museos y conjuntos etnográficos, como el Conjunto Etnográfico de Os Teixois y el Museo de la Cuchillería, que no solo celebran la riqueza cultural de la región, sino que también demuestran la ingeniosidad y la resistencia de sus habitantes.

Paseando por las calles de Taramundi, los visitantes se sumergen en una experiencia única, donde las casas de piedra y los tejados de pizarra se integran en armonía con la naturaleza. La deliciosa gastronomía local, que incluye el Pan de Taramundi, quesos artesanales y la exquisita sidra asturiana, complementa la belleza del entorno y anima a los visitantes a explorar el paisaje a través de rutas de senderismo, como la Ruta del Agua, que conecta puntos de interés naturales y culturales.

Taramundi va más allá de ser un simple destino turístico y se convierte en un testimonio vivo de cómo la preservación de la tradición, combinada con la apertura a la innovación, puede revitalizar y enriquecer a una comunidad. Ofrece una experiencia inolvidable que combina la belleza natural, la riqueza cultural y la hospitalidad de su gente, invitando a descubrir el alma auténtica del turismo rural en España.