El caserío histórico con adoquinadas calles que resalta por su encanto escondido

Explora la fascinante geografía y patrimonio de esta región única en tu próximo viaje

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Argentina es un collage de atractivos destinos que muestran panoramas, costumbres y pobladores singulares. A escasos 30 kilómetros de la urbe de San Luis, se ubica Estancia Grande, una joya de estilo colonial enclavada en las sierras centrales, que ofrece una escapada tranquila entre la naturaleza.

Rodeado por imponentes cerros y bañado por los ríos El Virorco, Las Águilas y el arroyo Estancia Grande, este pueblo invita a una experiencia turística donde la calma y el entorno natural son protagonistas.

El pasado de Estancia Grande

Antiguamente conocido como el Carrizal, Estancia Grande marcó el nacimiento del ente legal de lo que hoy es la provincia de San Luis en el año 1595. Durante los siglos XVII y XVIII, la zona prosperó con la agricultura, destacándose los cultivos de higueras, duraznos, manzanas, membrillos, nogales, granados, perales, guindos, olivos y almendros.

Asimismo, la plantación de árboles como álamos y sauces, junto con molles, espinillos, talas, jarillas y otras especies autóctonas, enriqueció el paisaje con una diversidad de tonalidades verdes.

El epicentro del pueblo y sus alrededores acogen las instituciones municipales, la policía y un centro de atención médica. Un recorrido por su plaza revela un ambiente rural, adornado con una fuente, negocios locales, un auditorio y un anfiteatro emplazado en una colina, ofreciendo vistas panorámicas del paisaje.

Entre las atracciones locales que atraen la atención de los turistas en Estancia Grande, se destaca el Dique Berta Vidal de Battinni, ícono de la región construido sobre el arroyo Las Vegas desde 2012, en el departamento Pringles. No menos destacado es el Club de Polo de Estancia Grande, que cuenta con espacios para 350 equinos y dispone de cuatro campos de juego, una característica que ha llevado al pueblo a un estatus de reconocimiento turístico a nivel internacional.

Además, el Camino de las pulperías brinda una inmersión cultural a través de establecimientos como la Pulpería del Negro, Memenhue y La Salamanca, cada uno ofreciendo una vivencia auténtica y singular en estas tradicionales tiendas rurales.