Situado a poco más de 100 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Miguel del Monte se levanta como un enclave de gran historia y tradiciones en la provincia. Este pueblo, reconocido por su tranquilidad y belleza natural, brinda una escapada ideal para aquellos que buscan desconectarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en paisajes pintorescos.
La laguna de Monte, con sus panoramas encantadores y provista de instalaciones para disfrutar ya sea por unas horas o un fin de semana a la orilla del agua, destaca como su principal tesoro.
El legado cultural e histórico de San Miguel del Monte se manifiesta de forma viva en su casco histórico, un testimonio vivo de la rica herencia gaucha de la región. Entre sus puntos de interés resalta el Complejo Museo municipal “Guardia del Monte”, que conserva y difunde aspectos cruciales de la economía local vinculada al campo.
También se destaca el histórico Rancho de Juan Manuel de Rosas, que, en un destacado esfuerzo de preservación, fue trasladado al núcleo urbano en 1987, recorriendo 60 kilómetros sobre un carro de 120 ruedas. Otros lugares de interés incluyen la Casa del “Carancho” González, distinguido militar y leal seguidor de Rosas, y la Parroquia San Miguel Arcángel, cuyos interiores fueron embellecidos por artistas en 1965.
Una reserva natural incomparable
La Laguna de Monte, con sus 720 hectáreas, no solo es un testimonio del patrimonio natural de la región, sino que también constituye el principal atractivo para los visitantes. Este cuerpo de agua es un lugar predilecto para la pesca, actividades acuáticas y simplemente para disfrutar de la tranquilidad que ofrece el entorno. La laguna forma parte de un sistema más extenso conocido como ‘’Lagunas Encadenadas de Monte’’, alimentado por el Arroyo Totoral y desembocando en la Laguna de las Perdices.
Las orillas de la laguna están equipadas con zonas recreativas que incluyen parrillas, hospedaje, juegos infantiles y áreas de picnic, además de un sector de camping. La abundante vegetación y áreas sombreadas convierten a este lugar en el refugio ideal para los días de verano, ofreciendo un entorno perfecto para el ocio junto al agua.