En el amplio y magnífico sur de Chile, donde la Patagonia muestra sus impresionantes paisajes entre campos de hielo, bosques ancestrales y profundos fiordos, se encuentra un pueblo que ha atraído la atención de la comunidad internacional. Este lugar, reconocido por su singular belleza y su armonía con la naturaleza, ha sido recientemente distinguido por la Organización Mundial de Turismo (OMT) como uno de los pueblos más bellos del mundo. Ese pueblo es Caleta Tortel, una joya escondida en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo.
Rodeado por densos bosques patagónicos, glaciares y fiordos, Caleta Tortel ofrece paisajes de una belleza sin igual que se comparan con los paisajes más icónicos de Noruega. Su geografía está atravesada por pasarelas de madera que conectan las viviendas y establecimientos del pueblo, creando un entorno único donde la naturaleza y la arquitectura conviven en armonía.
Entre las numerosas atracciones de Caleta Tortel, destaca la Cascada Pisagua, una hermosa cascada a la que se puede acceder a través de una caminata desde el Cerro Mirador o en barco. Esta cascada es solo una muestra de las maravillas naturales que los visitantes pueden explorar en la zona.
Llegar a Caleta Tortel es toda una aventura. Situado a unos 450 kilómetros al sur de Coyhaique, los visitantes pueden optar por el transporte privado a través de la Carretera Austral Sur o utilizar el transporte público, con conexiones desde Coyhaique hasta Cochrane y luego hacia Tortel. La región invita a disfrutar del viaje, admirando el paisaje patagónico.
Aunque las opciones de alojamiento en Caleta Tortel pueden ser limitadas, especialmente durante el verano, hay diversas opciones que van desde hostales y cabañas hasta campings disponibles en temporada estival. La oferta gastronómica, aunque limitada, permite a los visitantes saborear platos locales en un ambiente acogedor.
Caleta Tortel, sin duda alguna, es un destino que merece ser descubierto por aquellos que buscan experiencias auténticas en contacto con la naturaleza y la cultura patagónica. Su inclusión en la lista de los pueblos más bellos del mundo por parte de la OMT confirma su valor como un tesoro natural y cultural de Chile.