La localidad de casonas históricas que resulta ser el destino predilecto de muchos para evadir la rutina

Un destino turístico cercano a Buenos Aires que conserva sus tradiciones y su patrimonio histórico

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Explorar las intrincadas calles de tierra, rodeadas por la tranquilidad de los árboles y sumergidas en una atmósfera de serenidad, brinda una vivencia incomparable para aquellos que buscan un descanso relajante. A menos de 90 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se ubica Uribelarrea, un pueblo que promete esta apacible tranquilidad. Con solamente 900 habitantes, este enclave es descrito por sus residentes como un “rincón cercano a la gran ciudad”, donde las construcciones de época, las calles en diagonal, una iglesia encantadora y una variada oferta culinaria convierten a Uribelarrea en el destino perfecto para quienes buscan paz.

Este poblado tiene sus raíces en 1889, gracias a Miguel Nemesio de Uribelarrea, un acaudalado terrateniente y presidente de la Municipalidad de Buenos Aires durante la presidencia de Sarmiento, quien cedió parte de sus tierras para crear una colonia agrícola. Este gesto impulsó a Uribelarrea a convertirse en un importante centro de producción lechera durante los años 30 y 40, época en la que el pueblo albergaba más de 50 establecimientos lecheros manuales y varias queserías.

Principales atracciones

Entre los encantos de Uribelarrea, se destaca su plaza principal, una iglesia y un grupo de casas antiguas que se mantienen invariables desde 1890, todo ello complementado por una variada propuesta culinaria que lo ha convertido en un atractivo destino de turismo rural.

Al llegar a Uribelarrea, los visitantes son recibidos por la estación ferroviaria, que actualmente alberga el Museo de Herramientas “Leopoldo Rizzi”. Frente a ella, se extiende un complejo gastronómico que incluye desde parrillas hasta restaurantes especializados en pastas y platillos cocidos en horno de barro, entre los que destaca Macedonio, reconocido por su ambientación con mobiliario antiguo y estanterías llenas de botellas viejas.

La plaza principal, proyectada por el arquitecto Pedro Benoit en 1889 con un inusual diseño octogonal de influencia francesa, es otra de las visitas obligadas. Desde ella se desprenden cuatro diagonales, en cuyo entorno se conserva el núcleo urbano original. Entre los edificios históricos que la rodean, resalta “El Palenque”, una tienda de 1890 que también funcionó como depósito de sal y hoy opera como bar y restaurante.

Adentrándose en el pueblo, los visitantes encontrarán una casa centenaria que albergó el telégrafo y un destacamento policial, así como una histórica cancha de pelota. La Iglesia Nuestra Señora de Luján, una joya de arquitectura neogótica inaugurada el 18 de diciembre de 1890, destaca por sus vitrales originales y aquellos agregados en 1996 durante la filmación de la película “Evita”.

Además del encanto de su centro histórico, Uribelarrea invita a sus visitantes a la Fiesta de la Picada y la Cerveza Artesanal, un evento anual desde 2009 que celebra la colaboración entre el Gobierno Municipal de Cañuelas y la Asociación de Turismo de Uribelarrea, atrayendo a aficionados de la gastronomía y la cultura local.