Pinamar y la renovación de su zona costera para unirse a una corriente global

Transformación de la costa de Pinamar: aumentando las playas públicas, preservando los médanos y mejorando el paisaje costero. ¿Cómo se logró este cambio?

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Pinamar continúa siendo uno de los destinos de playa más buscados en la Costa Atlántica. Sus extensas playas, calles de arena y médanos imponentes le otorgan una identidad que busca preservar. Siguiendo una tendencia global, la ciudad balnearia está a punto de iniciar la última fase de su proceso de transformación en la zona costera.

En 2016, la ciudad inició una reestructuración de la costa para ampliar la playa pública, teniendo como objetivo principal proteger la naturaleza y preservar el medio ambiente. Así, Pinamar se suma a la carrera mundial para convertirse en un destino turístico ecológico.

Por esta razón, la ciudad derribó más de 40 paradores de hormigón que tenían un impacto negativo en la playa. Estas construcciones, realizadas en la década de los 90, obstaculizaban la recuperación de la arena y dañaban seriamente la formación de los médanos.

Todos estos antiguos paradores fueron sustituidos por estructuras modernas que combinan diferentes sistemas constructivos, desde el steel frame hasta grandes estructuras metálicas. Las nuevas construcciones son de menor tamaño y se elevan sobre pilotes para permitir el flujo libre de arena. Cada parador no puede superar los 320 metros cuadrados de superficie ni los 3,50 metros de altura.

Siguiendo esta tendencia ecológica, próximamente, Pinamar comenzará la demolición de Cabo Blanco, el último gran parador de hormigón abandonado que, con su estructura antigua de los años 90, demuestra el poco interés de esa época por la protección de las playas. La demolición de este enorme parador, que consta de 600 metros cuadrados subterráneos y 400 en superficie, marca la última etapa del plan de transformación de la costa de Pinamar.

Los nuevos métodos de construcción en seco, basados en acero y madera, han dado a la playa un nuevo esplendor al permitir la libre circulación de la arena y proteger los médanos. Cualquier sistema constructivo utilizado se basa en un material clave para la sostenibilidad: el acero. Ya sea en mayor o menor medida, el metal desempeña un papel fundamental en cualquier proyecto que se enfoque en la protección del medio ambiente.

“El acero es un material clave para priorizar la sostenibilidad debido a su durabilidad. El proceso de galvanización que se le aplica hace que no se degrade ni erosionen, y muestra una gran resistencia al agua de mar y la salinidad”, comentó Carlos Vaccaro, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina del Acero (CAA).

De esta manera, el sistema constructivo aplicado no solo brinda un aspecto moderno a la playa, sino que, sobre todo, no tiene un impacto negativo en el medio ambiente.

Según explica Vaccaro, el acero es el único material reciclado en todo el sector de la construcción que puede volver a su estado original, “tiene una tasa de reciclabilidad del 100%”. Por otro lado, la madera es un buen complemento en la bioconstrucción debido a su naturaleza renovable y su importante papel en el aislamiento térmico.

Además de estos materiales, en esta transformación se ha incorporado el método steel frame, que también cuenta con ventajas ecológicas y utiliza diferentes perfiles de acero.

Los nuevos paradores disponen de amplias terrazas que destacan por su vista al mar. Son más llamativos en cuanto a colores y presentan un aspecto más ligero y propio del verano. Algunos están diseñados como un loft en el que se encuentran el restaurante, el bar, las mesas e incluso la administración en un mismo espacio interior.