Un encantador pueblo de apenas 20 residentes, con calles y puentes de estilo medieval a tan solo dos horas de Barcelona

Descubre el encanto sin igual de este mágico pueblo, uno de los destinos más bellos de España. Sumérgete en su arquitectura singular, disfruta de la tranquilidad que ofrece y admira sus paisajes de ensueño. Desconecta de la rutina y déjate cautivar por su atmósfera única

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Europa es uno de los continentes que alberga la mayor cantidad de pequeños pueblos, guardianes de historias, cultura, tradiciones y rodeados de paisajes de cuento. A través de la Asociación “Los pueblos más bonitos de España”, se busca poner en valor a estas aldeas, como este destino muy cerca de Barcelona.

Este pueblito de casas de piedra antigua, calles y puentes medievales y hermosos bosques está a poco más de dos horas de la ciudad de Barcelona. Se ubica al norte de España, casi al límite con Francia y es el punto de partida de muchas rutas para senderistas y amantes del ciclismo de montaña, que paran en sus restaurantes, para disfrutar de una comida tradicional catalana, donde los protagonistas son los productos de la zona.

Se trata de Beget, fue nombrado Bien de Interés Cultural en julio de 2016 y pueblo con encanto en 2019. Además, forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Con poco más de 20 habitantes, ha mantenido su esencia durante años gracias a un acceso alejado de los grandes circuitos y un cuidado exquisito de su patrimonio.

Beget se encuentra en el Valle de Camprodon, en la parte más baja de un terreno a 541 metros de altura. Mientras uno avanza por la serpenteante ruta, aparece escondido entre montañas.

Tiene sus orígenes en plena Edad Media, el pueblo ha crecido alrededor de la Iglesia de Sant Cristòfol de Beget (s.X-XIII). Recorrer Beget a lo largo de sus calles permite disfrutar de sus dos puentes medievales que cruzan el río Llierca y donde el empedrado de las calles sube por las paredes de las casas y se mezcla con el paisaje que lo rodea.

Sus casas se han construido de forma escalonada bajando junto al río, esto hace que tenga unas vistas de cuento. El pueblo está dividido en tres barrios separados por su riera y conectados por sus dos puentes.

Beget está envuelto de naturaleza y lo atraviesa la riera que lleva su mismo nombre. Se recorre a pie fácilmente en pocas horas. Sin embargo, si se quiere aprovechar la visita, es recomendable seguir algunas de las rutas de senderismo que hay en los alrededores y que conectan los pueblos de la zona.

Durante el verano se pueden visitar sus gargantas de agua, perfectas para un baño en plena naturaleza; mientras que en invierno y otoño, se pueden recorrer sus bosques.