Un hermoso pueblo medieval a una corta distancia de Madrid, con encantadores rincones

Descubre por qué este encantador pueblo español figura entre los más bellos del país, con una historia, un patrimonio, una cultura y una gastronomía que lo convierten en un destino turístico perfecto

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Los pueblos se han convertido en las verdaderas joyas turísticas que todo viajero desea descubrir. Europa es uno de los continentes que alberga la mayor cantidad de estos pequeños poblados, guardianes de historias, cultura, tradiciones y rodeados de paisajes de ensueño. Por esta razón, la Asociación “Los pueblos más bonitos de España” busca dar valor a estos aldeas y destaca a los más hermosos de este país.

A menos de 1 hora de Madrid, se encuentra Sepúlveda, considerado por muchos como uno de los pueblos más bellos de Castilla y León. Es conocido como el “Museo vivo más grande del mundo”. Este pueblo medieval de gran belleza está situado en un lugar singular, testigo del nacimiento de las Hoces de los ríos Caslilla y Duratón.

Explorar sus calles, descubrir sus rincones y sus plazas, permite encontrarse con sus iglesias románicas, siendo destacada la Iglesia del Salvador (s. XI), las numerosas casas nobles, la muralla árabe (s. X) y sus siete puertas, la hermosa Plaza de España y sus singulares miradores que permiten admirar hermosos paisajes y formas únicas, donde se encuentra la mayor colonia de buitres leonados de Europa.

Sus tramos pintorescos, sus vistas y paisajes, que son admirables desde sus numerosos miradores, han sido inmortalizados por múltiples artistas locales y nacionales.

En cuanto a los lugares imperdibles para visitar, los visitantes encontrarán el Centro de Interpretación de la Casa del Parque Natural de las Hoces, la Antigua Cárcel de Sepúlveda (s. XVI) y el Museo del Fuero de Sepúlveda.

La Plaza Mayor del pueblo es un lugar que no se puede dejar de visitar, es un espacio rectangular y parcialmente porticado, que, a diferencia de muchos otros lugares, se encuentra fuera del área fortificada, es decir, extramuros. Aquí se celebraban los mercados, así como las corridas de toros, los bailes y las fiestas populares. Hoy en día, sigue siendo el lugar donde se celebran mercados y todo tipo de actividades culturales.

Otro sitio imperdible es la Iglesia de San Bartolomé, la actual parroquia de Sepúlveda, que es un edificio de estilo románico del siglo XII, al que se añaden dos capillas en forma de crucero. En el interior, se pueden apreciar numerosos retablos, siendo destacado uno que representa a San Bartolomé.

Afuera del pueblo se celebra la Fiesta de El Diablillo, cada 23 de agosto, a las 10 de la noche, las luces de la plaza y del barrio de San Bartolomé se apagan para dar paso a un momento mágico, es en este momento cuando, de una hoguera encendida momentos antes, salen los diablillos y bajan la escalinata dando escobazos a los asistentes.

Quienes visiten Sepúlveda no pueden dejar de conocer la Puerta del Azogue o Arco del Ecce Homo, una de las siete puertas que tenía la muralla de este pueblo. Es una puerta de estilo románico formada por un arco semicircular entre dos torres; a través de ella, se llega a uno de los tramos de muralla mejor conservados, que atraviesa la calle Barbacana.