España es un país que enamora por su gente, arquitectura y gastronomía. Aquellos que deseen descubrir este destino fuera del circuito turístico tradicional, que suele incluir las ciudades de Barcelona, Madrid y Sevilla, esta localidad costera es una de las más encantadoras.
En la provincia de Gerona, a unos 120 kilómetros de Barcelona, se encuentra este pueblo pesquero con vistas maravillosas. Su nombre es Calella de Palafrugell y visitarlo significa viajar en el tiempo y disfrutar de los placeres de la vida.
Este es uno de los pocos destinos de la Costa Brava donde aún se conserva ese ambiente que se respiraba en los pueblos de la zona antes de que llegara el turismo masivo.
Con casas blancas que decoran el paisaje y calles empedradas que recorren todo el lugar, junto con hermosas calas y bahías, este destino es perfecto para relajarse y descubrir lugares ocultos que no se encuentran en las guías turísticas.
Este pueblito pesquero está situado en una costa rocosa, formada por pequeñas calas, al norte del paraje natural de Castell – Cap Roig, ideal para paseos o excursiones en bicicleta, y al sur de Llafranc, otro de los núcleos costeros y turísticos.
En verano, en el Jardín Botánico de Cap Roig se lleva a cabo el Festival de Cap Roig, un evento musical, y también el Ciclo de Conciertos de Verano en la iglesia de Sant Pere, organizado por Juventudes Musicales de Palafrugell. Además, se puede disfrutar del Encuentro Anual de Habaneras, un evento que atrae a miles de personas a la playa de Port Bo, uno de los actos más destacados de la zona.