En la lista en aumento de destinos preferidos por aquellos que buscan tomarse un respiro de la rutina diaria, los encantadores pueblos de Argentina tienen un lugar relevante, brindando una experiencia inigualable para disfrutar de una escapada relajada.
Castilla, ubicado a 150 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se presenta como un pintoresco pueblo de 700 habitantes que invita cordialmente a ser explorado y a sumergirse en sus tradiciones y la hospitalidad de sus habitantes.
Este pequeño enclave en el partido de Chacabuco, con una historia próspera exhibida por su población de 3.000 habitantes, 40 explotaciones lecheras, dos plantas procesadoras de lácteos y un frigorífico, experimentó un declive importante en 1990. El cese de las actividades del ferrocarril San Martín marcó el comienzo de un período de aislamiento, lo que llevó a muchos residentes a buscar nuevas oportunidades más allá de sus hogares.
Sin embargo, un grupo resiliente optó por permanecer, concentrando esfuerzos en revitalizar Castilla y convirtiéndolo en un punto destacado en el ámbito gastronómico y turístico de la provincia.
En la actualidad, este pueblo se enorgullece de contar con una infraestructura modesta pero significativa, que incluye calles pavimentadas, dos clubes, dos plazas y un hospital moderno, atendiendo a una población de 700 individuos.
Los visitantes de Castilla destacan una sensación inmediata de cambio al llegar, con escenarios de vida tranquila que describen un entorno apacible: bicicletas desplazándose por tranquiLos caminos de tierra,másjrwsr niños jugando libremente, vecinos compartiendo en las veredas y una sensación tangible de seguridad.
La estructura del pueblo, con sus senderos de tierra, vastos campos, antiguas mansiones y la auténtica cordialidad de sus habitantes, invita a los viajeros a explorar y descubrir la rica historia de este lugar encantador.
